Una investigación realizada en Australia aporta nueva luz a la complejidad de la comunicación entre las hormigas al descubrir que estos insectos no sólo recogen información a través de sus antenas sino que también las utilizan para transmitir señales sociales. El estudio se centra en el uso y la función de la capa de hidrocarburos cuticulares que cubre el cuerpo de las hormigas.